Cuando acepté la invitación para acudir a la presentación de dos nuevos productos sin gluten de la marca SANTA TERESA, no imaginaba la cantidad de cosas ricas que iba a descubrir y que aún no sabía que ofrecían.

A las 17:30 nos esperaban para merendar y tener una charla muy cercana, amigable e interesante en su tienda de la calle Jorge Juan en el barrio de Salamanca de Madrid. Allí fuimos llegando JJ de «JJ city sin gluten», Ricardo de «Celíaco a los treinta», Patricia de «Momentos sin gluten», Mari Carmen de «Celíaca pero contenta» y una servidora. 😉

De SANTA TERESA pudimos aprender que es una empresa abulense, familiar, con más de 150 años de experiencia elaborando sus famosísimas Yemas dulces de SANTA TERESA y también recetas tradicionales, 100% naturales y de alta calidad. Sus materias primas son cuidadosamente seleccionadas y gracias a una intensa labor de investigación y desarrollo basada en su filosofía «somos lo que comemos», hoy en día pueden presumir de que sus productos sí son realmente sanos, sin conservantes, ni aditivos artificiales.

En los años 90 como consecuencia de la crisis se reinventaron incluyendo carne de membrillo de alta calidad en su oferta y acertaron de lleno. Ese éxito ha liderado la creación de una amplia variedad de otros productos y platos preparados según la demanda del mercado.

Una vez ubicados lo primero que probamos fue el nuevo salmorejo con quinoa sin gluten y la bechamel también sin gluten y con quinoa. 

Estas dos referencias son las incorporaciones más recientes a la familia SANTA TERESA y según nos explicaron se elaboran de forma tradicional, sin conservantes, sin aditivos y se ha utilizado la quinoa como un extra de calidad, «superalimento» muy saludable, espesante natural, rico en proteínas, minerales, aminoácidos y fibra, dándole así un valor añadido que los diferencia de otras marcas.

De sus platos caseros sin gluten pudimos probar su crema de la huerta, el pastel de cabracho, el pastel de centollo, el hummus picante y el morcillo de ternera estofado con puré de patatas, todos elaborados con aceite de oliva virgen extra.

También degustamos sus dos referencias con el sello de garantía FACE, el huevo hilado y el membrillo, ambos muy conocidos por todos y productos icónicos de la marca.

Como colofón final no podían faltar sus famosas Yemas de Santa Teresa, dulce estrella de la marca que se siguen elaborando de manera manual y artesanal, una a una tal y como manda la tradición desde hace más de 100 años.

Todo lo que probamos nos encantó y la mayoría coincidimos en que desconocíamos la gran variedad de posibilidades seguras que SANTA TERESA tiene para los celíacos.

Muchas gracias a SANTA TERESA GOURMET por la invitación y por seguir pensando en nuestro colectivo ampliando cada día la oferta sin gluten.

Nos vemos en la próxima. 😉

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