El pasado mes de Septiembre pasamos un fin de semana en León.
Nos alojamos las dos noches en una casa rural entre León y Astorga, y prácticamente al llegar, el encargado cuando nos estaba llevando a la habitación, lo primero que me recordó es que la cecina es apta para celíacos y que podía comerla sin problemas.
En efecto, ese fin de semana comimos cecina varias veces y también nos trajimos cecina loncheada y envasada al vacío.
Hace poco la abrimos, es una delicia disfrutar de una ración de cecina con aceite de oliva virgen extra para una ocasión especial.
Para los que no lo sepan o nunca la hayan probado, deciros que la cecina es una chacina de origen español y también popular en Paraguay, similar al jamón pero realizada mediante el curado de carne de vacuno, de equino y menos frecuentemente, de chivo e incluso de conejo, buey o liebre.
Las únicas cecinas que se encuentran recogidas como Indicación Geográfica Protegida, son la de vaca (cecina de León) y la de chivo (cecina de Vegacervera).
También tienen fama la cecina de equino de Villarramiel, en la provincia de Palencia, y la cecina de vacuno de Toro, en la provincia de Zamora.
Si tenéis invitados seguro que no dejan nada en el plato.
INGREDIENTES:
– 250 g de cecina en lonchas finas
– aceite de oliva virgen extra
ELABORACIÓN:
Emplatamos la cecina y pincelamos con un buen aceite de oliva virgen extra.
El secreto está en que la cecina esté loncheada muy fina y a temperatura ambiente.
que delicia de receta y sobre todo facil para todos.
Gracias.
Buenas tardes Ana Juana, muchas gracias por leer el blog y por dejar tu comentario. Me encanta leer que os gustan las recetas, ésta en concreto, súper sencilla.
Un abrazo y feliz año nuevo 😉
Totalmente de acuerdo! Fácil de preparar y muy rica! es una entrante que triunfa en cualquier cena o comida! Ojalá poder coger un poco desde aquí!!!!
Hola Belén, siiii. Qué rica y qué sencilla de preparar 😉
Un abrazo y muchas gracias por leer nuestro blog 😉